No debemos buscar la felicidad, sino que debemos esforzarnos en ser más felices. La felicidad es un conjunto de componentes específicos, los «macronutrientes de la felicidad». Estos macronutrientes son el disfrute, la satisfacción y el propósito.
A menudo se asume que el disfrute es simplemente el placer, pero esto no es del todo correcto. Perseguir constantemente experiencias puramente placenteras puede conducir a una vida poco satisfactoria. Lo que realmente necesitamos es agregar dos elementos a nuestras fuentes de placer: personas y recuerdos. El disfrute auténtico se obtiene cuando compartimos nuestras experiencias placenteras con otros y creamos recuerdos duraderos. Esto puede ser algo tan simple como salir a tomar algo con amigos o ver vídeos divertidos en las redes sociales en compañía de seres queridos. Aunque también se puede disfrutar de actividades en solitario, como leer un libro o meditar, las interacciones sociales potencian significativamente nuestra sensación de disfrute.
La satisfacción es la alegría y la recompensa que se obtienen después de esforzarse por algo. Los seres humanos necesitamos esfuerzo, sacrificio e incluso dolor en nuestras vidas para valorar realmente lo que obtenemos. La satisfacción viene de sentir que lo que tenemos es algo que hemos ganado con el sudor de nuestra frente.
El propósito es el sentimiento de que nuestra vida tiene un significado. Este es el más crucial de los tres macronutrientes de la felicidad. El propósito se divide en tres sub-partes: coherencia, propósito y significado. Coherencia: ¿Por qué suceden las cosas de la manera en que lo hacen? Propósito: ¿Por qué mi vida se desarrolla de la forma en que lo hace? ¿Cuáles son mis objetivos y cuál es mi dirección? Significado: ¿Por qué es importante que yo esté vivo? Las respuestas a estas preguntas son subjetivas y personales, así que dependen de cada persona. No hay respuestas correctas o incorrectas, excepto no tener ninguna respuesta, lo cual no es un fracaso, sino un punto de partida para empezar a buscar significado.
Encontrar un propósito en la vida requiere de mucho trabajo y reflexión, pero es fundamental para tener una sensación de dirección y significado. La constante búsqueda de este propósito nos conduce inexorablemente a un estado de «más felicidad». Así, estos tres ingredientes esenciales para una vida feliz nos proporcionan una estructura para no solo buscar la felicidad, sino para mantener un camino constante hacia una vida más plena y significativa.
Reflexionar sobre estos macronutrientes de la felicidad puede ayudarnos a comprender mejor nuestras propias necesidades emocionales y psicológicas. Cuando dedicamos tiempo a identificar lo que realmente nos proporciona disfrute, satisfacción y propósito, estamos construyendo una base sólida para una vida más feliz. No se trata de alcanzar un estado permanente de felicidad, sino de crear momentos y experiencias que nos permitan sentirnos más conectados y realizados. Cada pequeño paso que damos hacia la comprensión y el cultivo de estos macronutrientes nos acerca a una existencia más rica y significativa.
Es importante recordar que la felicidad no es un destino final, sino un viaje continuo. Al enfocarnos en enriquecer nuestra vida con disfrute auténtico, satisfacción genuina y un propósito claro, estamos invirtiendo en nuestro bienestar a largo plazo. En este viaje, no siempre tendremos todas las respuestas, y está bien. Lo esencial es mantenernos curiosos, abiertos y dispuestos a crecer. Así, nos aseguramos de que, aunque la felicidad completa pueda parecer esquiva, estamos constantemente en el camino hacia una vida más feliz y llena de significado.
Al final del día, ser más felices es una elección que hacemos una y otra vez, y los macronutrientes de la felicidad son nuestras guías en esta emocionante y gratificante aventura